Hay muchas variables en juego en nuestra lechería que han cambiado y van accionando sobre el mercado interno…el destino del 80% de nuestra leche. Las retenciones han vuelto a los valores puestos por la administración de Macri en 2018, restandole rentabilidad a las exportaciones de leche en polvo. Igualmente hay que observar qué sucede con nuestro comercio exterior puesto que la LPE presenta una mejora de precio/ton de +20,2% con respectos a dic/18 (fila 20 del Cuadro Indicadores de la cadena láctea) y una mejora en tipo de cambio neto exportación de +52,7% (fila 21). Exportar ese 20% de la producción es primordial para mantener o subir los precios de la Cadena Láctea, cosa necesaria para que le llegue al productor el ajuste necesario para incentivar la dubitativa producción. Con 34,4% de participación en el Valor del Litro Equivalente Total Sistema (VLE-TS) calculado por IAPUCo (fila 16 en el Cuadro), para obtener los 0,30 US$/lt o sea 18 $/lt, el VLE-TS debería pasar de 49,88 $/lt Equivalente a 54,94 $/lt Equivalente…un +10% de incremento.
El bajo consumo interno (OCLA estima un anualizado de 177 lt/hab/año 2019 vs 190 del 2018 (fila 14) presiona al mercado sumando un «excedente» de 5,7% sobrante de la producción anual argentina. De recuperar ese consumo (13 lt/hab/año por una población de 45 millones totalizan un equivalente a 1,6 millones de litros diarios) la cuerda se tensará enseguida pues la producción primaria se encuentra con menos vacas y con producciones individuales mayores para lo que estamos acostumbrados a ver en promedio nacional. Las tasas de interés están bajando y hay un preocupación de la administración de Fernández en mejorar el consumo, cosa que afectaría favorablemente la cadena láctea toda. Al 5,7% excedente generado por el bajo consumo hay que agregar un nivel de producción +4% mayor para dic/2019 sobre dic/18 y existencias de +9.7% equivalente litros con respecto a dic/2018, que en total equivalen a aproximadamente un mes de leche.
Por el lado del frente externo, China sigue año tras año incrementando su demanda de lácteos (estimamos 2019 con +12% arriba del 2018). La producción de los principales exportadores se encuentra estancada (-0.2%), para el caso de Oceanía en caída (Nueva Zelandia:-1% y Australia -quinto proveedor del Gigante Asiático- con -7% menos), lo cual deja al 2020 en una sana tensión. Todos los lácteos mantienen firmeza en su cotización.
El tambero necesita recuperar los 0,30 US$/litro que tenía hasta las PASO y nuestra percepción es que demorará un poco más que lo visto a principios del 2019 cuando a partir de febrero 2019 comenzó a escalar fuertemente (coincidiendo con el ingreso de Adecoagro al ruedo quien empezara derivando sus 350.000 litros de producción propia a su nueva planta). La menor cantidad de vacas lecheras existentes (nuestras cuentas sugieren 250.000 vacas menos con respecto a 2015) y la mayor competencia por materia prima complicarán la parsimonia de la demanda.
Los números son muy finitos para depender del mercado interno, así estamos, desde la trinchera peleando todos los días para el dia proximo. Sin poder invertir, sin créditos a largo plazo, desde mi perspectiva pasamos viendo como los demas paises le encuentran la vuelta al crecimiento. El tambo es pasión, quizás esa fuerza nos mantiene siempre con esperanza.
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Coincido con Jorge. La LECHERIA ARGENTINA, una actividad AGROINDUSTRIAL, puede crecer si la exportación de lácteos, sube fuerte a niveles del 35/40% de la producción total. Ese es el desafío!!!!!
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Para exportar 35 o 40% hay que producir ese nivel de excedente sobre 9000 mill/año q consumimos en MI…unos 12.500 mill de lt/año…va a llevar unos cuantos años esa cifra
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Pensar en 14000M litros, 9000 mercado interno y 5000 exportados.
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