Desde el mangrullo VI

Después de un 2024 contractivo, la lechería argentina llegó a la primavera 2025 con el acelerador a fondo. Entre enero y octubre, la producción creció +10.7% interanual, liderando el aumento global entre los principales países lecheros.
El mes de octubre acumuló 37,5 millones de litros/día, estableciendo la 2da marca histórica después de los 38,5 millones de octubre 2015.

El problema es que ese “revival productivo” chocó contra un mercado interno limitado y una industria que, aun exportando fuerte, empezó a acumular stocks. En septiembre, las existencias de lácteos alcanzaron los 990 millones de litros equivalentes, 14% por arriba del año previo. La pregunta clave para productores e industria es si la combinación de menor producción que se dará desde noviembre en adelante y el ritmo exportador (+13% vs 2024) sumado al consumo (+7%) alcanzará para descomprimir el mercado hacia enero–febrero, o si la ola de leche se extenderá más de la cuenta.

En el siguiente gráfico analizamos la evolución del balance lácteo mensual donde calculamos el saldo mensual generado al descontar a la producción nacional el consumo interno y las exportaciones. Allí observamos un saldo positivo que se va trasladando a stocks. Llama la atención que los saldos son inferiores a los registrados en la primavera pasada.

Mirando los meses de octubre 2024 y octubre 2025 más de cerca observamos que en octubre 2025 tenemos +3,2 millones de litros con menos “salidas posibles” pues, aunque esta primavera (ago-oct) los precios de la leche en polvo entera estuvieron +8% sobre los de primavera (ago-oct) 2024 (Prom. 3.991 vs 3.705 US$/ton LPE), y la mozzarella -2% (Prom. 4.392 vs 4.515 US$/ton MOZZA) ya estamos en el techo de la capacidad exportadora (de 15-18 millones de litros bajamos a 10 mill lt/día netos por hibridar con el secado de suero). obligando a que los saldos pasen a stocks.

En síntesis: en octubre 2025 hay más leche, con capacidad exportadora al límite, +8% mejor precio para la LPE exportable y el de la mozzarella -2% debajo y una demanda interna débil, por eso la ola de leche pega mucho más fuerte y empeora la situación de toda la cadena respecto de octubre 2024. En el gráfico que sigue realizamos una proyección del Balance Lácteo para los próximos meses considerando que la producción seguirá copiando la estacionalidad del año 2021 como hasta ahora y que a partir del 2026 tendría el volumen similar (tal vez menor al del 2025 en primer cuatrimestre debido al deterioro de -23% en la relación maíz/leche). El consumo se mantendría igual en enero y febrero 2026 con ligera mejora en marzo y abril. Estimamos una baja en las exportaciones debido a los márgenes más ajustados y menos leche excedente. Con estos considerandos veríamos que los saldos positivos continuarían hasta diciembre, y a partir de enero 2026 serían negativos como es habitual para este período del año. Hay que seguir mirando con atención la evolución de la producción pues hay muchas variables en juego. Lo que sí queda claro es que de no ampliar la capacidad de exportar arriba de esos 10 millones de litros de leche diarios…cada ola generosa de leche nos hará tambalear…seguramente la industria exportadora, y el resto también, deberá pagar por sólidos!

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