Mientras el productor lechero local analiza cómo hacer frente a un mercado con escasa demanda de lácteos (dado la contracción del mercado interno en año electoral e inflacionario agravado por el deprimido externo), una de las cosas que se le ocurren pensar es como les estará yendo a los colegas de otros países. Siendo la producción de leche en todo el mundo un negocio cíclico, es importante que cuando hay condiciones favorables el sector primario de producción reciba suficiente precio para amortiguar el período malo. Eso es exactamente lo que ocurre en países competidores como Nueva Zelandia (NZ) y Estados Unidos (USA) donde sus tamberos participaron de las ganancias ofrecidas por el mercado cuando los altos precios internacionales.
En el gráfico que sigue debajo, observamos que NZ manifiesta la mayor sensibilidad al precio internacional debido a la mayor proporción de volumen exportado en relación al producido (95%). El productor norteamericano tarda más en percibir los vaivenes del mercado ya que la participación de USA en la exportación es de alrededor del 16% del volumen producido. El productor argentino debería situarse en un lugar intermedio debido a que el volumen exportado representa el 25% del producido, pero asombra ver más bien que puede tomárselo como el piso de los valores percibidos (de hecho lo es como lo indica el promedio de 37,2 cv/lt).
Esto se deberá a la falta de transparencia del sector argentino comparado con la de NZ y USA? Será que nuestra industria presenta alguna ineficiencia estructural importante? o será producto de la desorganización representativa de los tamberos locales frente a la aceitada industrial?…capaz que de todo un poco…
Muchas preguntas que urge responder…
Marcos Snyder