Los sistemas de producción de leche en Argentina corren la carrera loca: para mantenerse en el negocio deben aumentar su producción un +2% cada año sólo para cubrir el incremento de costos. Este incremento de producción se viene logrando con incrementos de carga. El problema muy generalizado es que este aumento en el número de vacas no va acompañado adecuadamente con actualizaciones de estructura (aguas de bebida, instalaciones y mano de obra) exigiendo cada vez más a todo el sistema, especialmente al personal que debe lidiar con mayor cantidad de horas de ordeño, partos, tratamientos, etc. Un área sensible y que sirve de ejemplo de esto es el aumento de la mortandad de vacas que pasó del 5-6% al 8-9% actual. Sabemos que el 68% de la mortandad se produce alrededor del parto (ver pág.31 de CLAVES DEL TAMBO). En el siguiente gráfico hemos agrupado los promedios anuales del análisis físico histórico de los tambos CREA* observando cómo ha ido aumentando el % de muertes a medida que progresaba el incremento de vacas por tambo:
Evidentemente la disponibilidad de vaquillonas de reposición con respecto a las vacas totales se mantuvo fijo acotando el nivel de rechazos.