Básicamente hay dos maneras de crecer en producción de leche en los tambos comerciales. Se crece con producción individual y/o se crece ordeñando mayor cantidad de vacas. El problema, que es clave para la lechería local, es la marcada dificultad en aumentar el plantel de vacas lecheras en el país, que promedia para los últimos 10 años una tasa negativa de -0,5%. Como referencia debemos saber que durante el mismo período la tasa de crecimiento en número de vacas de Nueva Zelandia ha sido +2,7% y la de Estados Unidos -más parecida a la argentina- +0,2%.
En el gráfico que sigue podemos ver los puntos críticos hacia donde apuntar la mejora: las bajas por muertes en todas las categorias, los rechazos involuntarios de vacas, el % de nacimiento de hembras (uso de semen sexado en vaquillonas) y la cantidad total de partos en el año: